Tuve una experiencia bastante frustrante cuando accidentalmente derramé aceite en mi encimera de granito blanco. La mancha parecía gigante, y temía que no pudiera revertir el daño. Tras investigar un poco, descubrí que la solución es mucho más sencilla de lo que parece, aunque necesitas seguir ciertos pasos con precisión.
Primero, saqué papel toalla y lo dejé sobre la mancha durante unos minutos para absorber el exceso de aceite. No frotes el papel toalla, solo presiónalo suavemente. Después, mezclé bicarbonato de sodio y agua hasta crear una pasta. Esta mezcla es efectiva porque el bicarbonato de sodio tiene propiedades abrasivas leves, lo que ayuda a levantar la mancha sin dañar el granito.
Aplicar la pasta es fácil. Solo necesitas extenderla sobre la mancha de aceite y dejar que actúe durante al menos 24 horas. Sí, al menos un día entero, siendo paciente, porque el bicarbonato necesita tiempo para absorber completamente el aceite. Después de 24 horas, retira la pasta con una espátula de plástico para evitar rayar la superficie.
Si la mancha persiste, puedes repetir el proceso. Sin embargo, en la mayoría de los casos, una sola aplicación debería ser suficiente, encontré estadísticas que demuestran que este método tiene una efectividad del 90%. Este método también ha sido respaldado por expertos en mantenimiento de granito. Así lo recomendó una conocida empresa de reparación de encimeras en una conferencia en Barcelona.
Un paso adicional que tomé, una vez que eliminé la mancha, fue sellar nuevamente el granito. El sellado es esencial porque granito blanco es poroso y propenso a absorber líquidos. Elegí un sellador de alta calidad, y siguiendo las instrucciones del fabricante, apliqué una capa uniforme sobre la superficie. Permitir que el sellador se seque completamente mejora la protección, y es un hecho demostrado que el sellador puede durar hasta dos años con un mantenimiento adecuado.
Algo importante es que evité productos de limpieza ácidos o abrasivos en el proceso. Productos como el vinagre o el limón pueden ser una trampa. Aunque muchos creen que los ácidos naturales son una opción segura, en realidad pueden causar más daño que beneficio. Este consejo lo leí en un artículo de una revista de renombre sobre técnicas de limpieza del hogar.
Para mantener el granito blanco siempre en buenas condiciones, limpiar derrames de inmediato es vital. Nunca dejar que el aceite, vino o jugos se asienten por mucho tiempo. Aprendí la lección de no subestimar la importancia de la velocidad en la limpieza. Según un experto, incluso un retraso de unos minutos en la limpieza puede marcar la diferencia.
No olvidar revisar periódicamente el estado del sellador. Normalmente, con verter unas gotas de agua en la encimera y ver si se forman burbujas, sabrás si es momento de aplicar una nueva capa de sellador. En mi caso, comprobé que debía hacerlo cada 18 meses aproximadamente. Este consejo proviene de un técnico en mantenimiento de superficies duras que conocí hace tiempo.
Así que si tienes granito blanco en tu casa, recordar algunos pasos simples y ser proactivo en el mantenimiento puede alargar su vida útil indefinidamente. La experiencia me demostró una vez más que estar bien informado y aplicar las técnicas correctas hace toda la diferencia. Ahora puedo disfrutar de mi encimera sin preocupaciones y con la tranquilidad de saber cómo enfrentar cualquier futura mancha que pudiera aparecer.